Las discusiones han señalado como principales desafíos: 1. Hacer sustentable la formación profesional, que se traduce en considerar la formación como un elemento continuo en la vida laboral bajo los principios del Trabajo Decente. 2. Integrar el uso de las tecnologías de la información –plataformas digitales- en los modelos de formación. 3. Incluir a los grupos vulnerables; lograr una mayor integración del enfoque de género y de los temas rural y emprendedurismo que hagan frente a la informalidad.
Entre las problemáticas actuales que se han señalado está la inclusión de las contrapartes de una manera equitativa a través del fortalecimiento de sus capacidades. La construcción de estrategias nacionales de formación profesional que sean capaces incrementar la inserción laboral, bajo el modelo:
Integrar estrategias de acuerdo a necesidades
Conformar acuerdos tripartitos
Construir herramientas
Para el diseño, ejecución, validación y evaluación.
Incluir grupos vulnerables
Promover buenas prácticas
Talleres electivos
En buenas prácticas se presentó la metodología KAB (por su sigla en inglés Know About Business) para promover el emprendedurismo en un contexto de formalidad para grupos vulnerables, aplicado en grupos rurales y de migrantes. La metodología tiene por objetivo desarrollar las habilidades necesarias para organizar y operar un negocio por medio de cápsulas de capacitación. El programa incluye un juego de negocios en el que aprenden a realizar el plan de administración del mismo. Una etapa de formación escuela-práctica y un sistema de evaluación y monitoreo de 2 años para cada negocio.
Fue presentada la metodología DACUM (Desarrollo de un Curriculum) implementada en muchas experiencias y que tienen como base la identificación de las tareas y funciones de una ocupación. Se presentó como una de las formas para desarrollar los marcos nacionales de formación por competencias a nivel nacional.